Señor Director:
Un grupo de personas se tomaron dependencias del Senado. Su presidente declaró que mientras él estuviera en el cargo, no desalojaría con Carabineros, pues el Senado era "el lugar de los ciudadanos". Los ocupantes lo abandonaron luego de obtener que un grupo de parlamentarios se comprometiera por escrito a una reforma constitucional de su agrado.
Como los ciudadanos de Chile son iguales ante la ley y el presidente del Senado, segunda autoridad de la República, no puede discriminar arbitrariamente entre ellos, Girardi notifica a los grupos de presión que pueden tomarse las dependencias del Senado y permanecer ocupándolas por la fuerza hasta tanto no obtengan un compromiso de legislar a favor de sus intereses. Entre ellos, quedan notificados los evangélicos que se oponen a la legislación que favorezca las uniones homosexuales, los familiares de presos que pidan leyes de amnistía y cualquier otro grupo con la audacia y organización suficiente. Si son desalojados antes de obtener sus proyectos de ley favoritos, podrán acusar a Girardi de hacer discriminaciones arbitrarias.
De no ser censurado el presidente del Senado, el Parlamento haría bien en derogar el artículo de la Constitución que declara que Chile es una república democrática, pues en las repúblicas los ciudadanos deben ser tratados como iguales, y en las democracias los legisladores no hacen ni discuten proyectos bajo medidas de fuerza.
Jorge Correa Sutil
Sunday, 23 October 2011
Storming the Bastille
This in itself is cause for concern. More worrying was the reaction of the President of the Senate, Guido Girardi, who took the easy, populist route and declared that as the parliament is a public institution and belongs to the people, he would not have the protesters removed. Worse still, was the fact that most of the Concertación supported Girardi's decision.
Jorge Correa Sutil, however, a former minister and Constitutional Tribunal judge, reacted thusly in a letter to El Mercurio:
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment